Escribo este texto todavía en San Francisco, después de pasar una semana en la universidad de Berkeley, pero aquí no se habla de otro tema que la crisis dentro de OpenAI con el despido de su CEO, Sam Altman, y la renuncia de su presidente, Greg Brockman, ambos cofundadores de la compañía ahora hace 8 años. Desde el momento de la salida de Altman la antigua CTO, Mira Murati, se convierte en la CEO interina de la compañía.
Son muchos los que a partir de la nota de prensa emitida por OpenAI el pasado viernes, 17 de noviembre de 2023, han empezado a especular por los motivos reales que habría llevado al consejo de la compañía a tomar esta decisión.
Según la nota oficial el motivo del despido ha sido la ocultación de información crítica por parte de Altman que impide al consejo ejercer sus responsabilidades, lo que ha comportado la pérdida de confianza de la compañía en él.
Recordemos, antes de seguir leyendo, que la misión de Open AI es, desde su nacimiento, “Crear una AGI (inteligencia artificial general) que beneficie a toda la humanidad”.
Pero, ¿Qué es una AGI?. Tratando de contarlo de la forma más sencilla posible diré que la IA se divide en dos tipos:
Narrow AI (IA estrecha): se trata de la IA que todos conocemos, la que está entrenada para desarrollar de la forma más eficiente cualquier tarea (es la que usa ChatGPT, la que sirve para guiar los coches autónomos o la que tiene incorporada Amazon para poder personalizar y recomendarte productos)
General AI (IA general): el sueño dorado de algunos, la IA que será más “inteligente” que los humanos, que podrá pensar, sentir y tomar decisiones sin la intervención de un ser humano. Según la gran mayoría de expertos y científicos, un sueño a día de hoy.
Según lo que se cuenta en silicon valley por aprte de gente cercana a OpenAI y periodistas especializados, parece que el verdadero motivo de la salida de Altman estaría relacionado con este tema. Según parece quizás Open AI estuviera cerca de algún progreso con la AGI y, si interpretamos las palabras de la nota de prensa, quizás este progreso “NO” beneficia a toda la humanidad.
Leyendo a Benj Edwards ,una de las personas más informadas en todos los temas de IA y de Silicon Valley, parece claro que no se trataría tanto de si Open AI ha avanzado en conseguir una AGI (al parecer algo muy improbable), sino que el foco del problema está en que habrían surgido desacuerdos sobre la velocidad a la que Altman estaba impulsando la comercialización y el crecimiento de la empresa, y la postura de otra parte del consejo de la compañía (liderado por Sutskever, como jefe de desarrollo) que abogaba por ralentizar las cosas.
Y a todo esto, el accionista que tiene el 49% de la compañía, Microsfot, por lo visto se enteró casi por las noticias de prensa del movimiento.
OpenAI es, y será para siempre, una de las compañías que ha impulsado cambios tecnológicos que tienen y tendrán grandes consecuencias para toda la humanidad. De esto creo que no hay ninguna duda. Y a estas alturas creo que a nadie se le escapa que no es evidente como diseñar y ejecutar su estrategia de crecimiento donde hay que compatibilizar su visión, crear y desarrollar una tecnología que ayude a toda la humanidad, con los riesgos que esta tecnología comporta desde la perspectiva ética, social y de negocio. Asistimos, pues, a una lucha de poder entre los que quieren ir más despacio y los que quieren correr… parece que de momento ganan los que abogan por ir más despacio.
Y, como siempre, Seguimos!